DIPLOCAT y CATESCO organizan una jornada sobre educación democrática y en derechos humanos

Uno de los objetivos era analizar qué propuestas educativas ofrecen soluciones al problema de los discursos de odio

Ayer jueves, 18 de abril, DIPLOCAT y CATESCO organizaron una jornada dirigida a actores educativos, sociales y de la administración sobre educación democrática y en derechos humanos como antídoto a los discursos de odio. La jornada se celebró en el Instituto de Estudios Catalanes de Barcelona y contó con el apoyo de la Generalidad de Cataluña. Entre otros temas, la jornada analizó mediante mesas redondas y talleres prácticos con expertos catalanes e internacionales la guía publicada en 2023 por CATESCO que lleva por título Addressing hate speech through education: a guide for policy-makers. Esta guía reclama que los sistemas educativos, incluidas instituciones y educadores, proporcionen entornos de aprendizaje seguros e inclusivos, respetuosos con los derechos humanos y que doten a los estudiantes de los conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para tener pensamiento crítico y capacidad para el diálogo intercultural.

Los encargados de inaugurar el acto fueron Teresa Cabré i Castellví, presidenta del Instituto de Estudios Catalanes; Eduard Vallory i Subirà, presidente de CATESCO; y Laura Foraster i Lloret, secretaria general de DIPLOCAT. Los tres destacaron la importancia de acercar estos debates a la ciudadanía para poner la educación en valores y espíritu crítico en una posición central. El objetivo final es reducir la creciente polarización de la sociedad, especialmente entre los más jóvenes, y minimizar así los fanatismos y las violencias. Foraster añadió que uno de los objetivos de DIPLOCAT es promover el diálogo entre personas de Cataluña y de fuera y agradeció especialmente la participación de los ponentes internacionales.

La conferencia inaugural corrió a cargo de Christopher Castle, director de la División por la Paz y el Desarrollo Sostenible en el Sector de la Educación de la UNESCO. Castle explicó que el documento de recomendación adoptado en 2023 por la UNESCO ("Recomendación sobre la educación para la paz y los derechos humanos, la comprensión internacional, la cooperación, las libertades fundamentales, la ciudadanía mundial y el desarrollo sostenible") , es una revisión de la recomendación adoptada en 1974 y ha permitido incluir en la agenda de esta organización nuevos temas como la igualdad de género, la mitigación del cambio climático y la salud y el bienestar. Además, mencionó que este documento quiere ir más allá de la educación formal y quiere convertirse en una herramienta para fomentar los valores propios de las sociedades democráticas por parte de todos los actores de la sociedad. Ligado con esta idea, Castle hizo énfasis en el valor de la educación continua, que permite un enfoque de aprendizaje a lo largo de toda la vida para conseguir sociedades más pacíficas.

A continuación, una primera mesa redonda se centró en entender el concepto de discurso de odio y cómo éste puede afectar al sistema educativo. Moderó esta mesa Cécile Barbeito Thonon, investigadora y formadora en la Escuela de Cultura de Paz (UAB). Carles Fernández Torné, profesor asociado de Derecho Internacional Público y Justicia Transicional en la Fundación Blanquerna - Universidad Ramon Llull, empezó diciendo que no existe una definición internacional consensuada del término, pero que los discursos de odio siempre acostumbran a dirigirse hacia grupos minorizados e incitan públicamente a la violencia. También añadió que es esencial enseñar Historia como herramienta de cambio para ser conocedores de violencias pasadas, haciendo referencia al colonialismo y sus actos atroces. Por otro lado, Cristina Figueras Franquesa, responsable de Verificat Escola, explicó el trabajo de esta entidad sin ánimo de lucro, que tiene por objetivo luchar contra el discurso de odio y la desinformación. Para Figueras, la educación actual debería tender hacia la educación sociopersonal integral, que nos permita detectar informaciones falsas. Añadió que los centros deberían ofrecer una alfabetización mediática informacional, centrada en la educación emocional y el pensamiento crítico. Por último, Karlos Castilla Juárez, coordinador de investigación del Instituto de Derechos Humanos de Cataluña, destacó que los discursos de odio son un delito, ya que son actos no protegidos por la libertad de expresión. En este sentido, explicó que hay que poner a las víctimas en el centro y no a los agresores. El discurso de odio es una oportunidad perdida para aprender de quién es diferente y de la diversidad, dijo.

La segunda mesa redonda, moderada por Marina Gay, directora de CATESCO, analizó qué propuestas educativas ofrecen soluciones al problema del discurso de odio. La primera ponente, Cecilia Barbieri, jefa de la Sección de Educación para la Ciudadanía Global y la Paz de la UNESCO, resaltó la complejidad de los discursos de odio, presentes tanto en las redes sociales como fuera, que recogen la expresión oral y son un espejo de los problemas de nuestra sociedad. Según Barbieri, la escuela por sí sola no es suficiente para hacerle frente, ya que existe una interconexión de ámbitos y estímulos, por lo que es necesario evolucionar hacia una aproximación del sistema educativo donde participen más actores. A continuación, Khrystyna Chushak, jefe del programa "Schools for Democracy: Supporting Educational Reforms in Ukraine" de The European Wergeland Center, expuso que es muy relevante dotar de más capacidades a los docentes, que deben tener una mayor participación en los procesos políticos y burocráticos. Añadió que debemos considerar a las escuelas como un todo, donde la sociedad civil y las familias también jueguen un papel importante. También dijo que se deben producir más materiales didácticos, con un enfoque de abajo a arriba, escuchando a los docentes que tienen contacto directo con los alumnos. Por otro lado, Joan Cuevas Expósito, director general de Innovación, Digitalización y Currículum del Departamento de Educación de la Generalidad, explicó las iniciativas adoptadas desde el Departamento en la línea de conseguir una sociedad más democrática. Una de ellas es el encuentro entre varios centros educativos catalanes para intercambiar buenas prácticas y materiales. Además, también defendió que es necesario tratar la cuestión desde el ecosistema entero, no únicamente desde la escuela. Añadió que estamos volcando todas las confrontaciones de la sociedad en la educación, donde el docente ya está muy tensionado. Concluyó Anabel Rodríguez Basanta, jefe del Departamento de Derechos Humanos del Ayuntamiento de Barcelona, que presentó el trabajo que realizan, centrado en formaciones tanto a alumnos como a docentes. Rodríguez defendió que las administraciones deberían adoptar una visión estratégica común, que dé coherencia y homogeneidad a las acciones del conjunto de la administración.

Después de una pausa para el almuerzo, Kyriaki Messiou, profesora de Educación en la Universidad de Southampton, ofreció una ponencia titulada "Crear entornos de aprendizaje seguros, respetuosos, inclusivos y estimulantes". A partir de su experiencia como usuaria del bus escolar para ir a la escuela, donde vio cómo chicas inglesas se burlaban de chicas polacas, se dio cuenta de la importancia de observar a los niños de primera mano. De ahí que inició un innovador proyecto de investigación centrado en los alumnos hard to reach, entendidos como aquellos que pueden tener algún tipo de dificultad a lo largo de la escolarización, de diversos centros de Europa. Esta investigación se centra en la voz de los estudiantes y el diálogo, designando a algunos alumnos como investigadores o coinvestigadores y favoreciendo una participación activa en la planificación de las clases y la propia evaluación. Messiou habló de los resultados en los centros de educación primaria, donde tanto docentes como alumnos coinciden en que la experiencia había sido muy positiva, ya que había aumentado la implicación de los niños, la comunicación de lo que sentían, y su capacidad de observación y reflexionar, entre otros aspectos. Por último, Kyriaki compartió los materiales usados en la investigación, pero hizo énfasis en que es necesario adaptarlos a cada contexto concreto.

Para cerrar la jornada, se organizaron cuatro talleres que permitieron a los participantes aprender de una forma más distendida e interactiva. Los talleres fueron los siguientes:

  • Taller 1. Educación democrática para generar culturas de centro que espoleen la diversidad y la inclusión, a cargo de Laura Farré Riera y Jesús Soldevila Pérez, de la Universidad de Vic, y Kyriaki Messiou, de la Universidad de Southampton.
  • Taller 2. Un enfoque integral de escuela y centrado en el alumnado, a cargo de Khrystyna Chusak, de The European Wergeland Center, y Eulalia Sanz Armengol, de CATESCO.
  • Taller 3. Fortaleciendo la capacidad de los educadores para abordar el discurso de odio, a cargo de Cécile Barbeito Thonon, investigadora y formadora en la Escuela de Cultura de Paz (UAB).
  • Taller 4. Deconstrucción del discurso de odio: escuela, familias y comunidad, a cargo de Ljubov Lissina y Xavier Baró Urbea, formadores del Consejo de Europa y miembros de Ahead.

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