El planeta está enfermo y es necesario actuar ahora o nunca
Casa Amèrica Catalunya ha organizado, con la colaboración de DIPLOCAT, un ciclo de siete charlas con mirada de mujer sobre cuestiones primordiales para la preservación del planeta y de nuestras vidas
Un debate sobre la sostenibilidad ha puesto punto y final esta tarde al ciclo Científicas por el medio ambiente, organizado por Casa Amèrica Catalunya con la colaboración de DIPLOCAT. A lo largo de siete debates, destacadas científicas de Latinoamérica han hablado con divulgadores científicos catalanes sobre las grandes cuestiones que en el futuro serán ejes de investigación científica para la preservación del planeta y de nuestras vidas, como la pandemia, el clima, el fondo marino, el agua, los bosques, la biodiversidad y la sostenibilidad.
Para despedir el ciclo ha tomado la palabra la directora de Casa Amèrica Catalunya, Marta Nin, y después de agradecer la participación de todos los ponentes y la colaboración de DIPLOCAT ha hecho énfasis en el grito de alerta que los científicos nos están mandando sobre la necesidad de actuar "ahora o nunca" para revertir el desgaste del planeta. Seguidamente, ha hablado la Secretaria General de DIPLOCAT, Laura Foraster i Lloret, que ha coincidido en señalar que "la lucha por nuestro planeta debe ser diaria y no testimonial, y es un problema que nos interpela a todos".
Con el título de Retos para un futuro sostenible en América Latina, el séptimo y último debate del ciclo lo han protagonizado Yolanda Kakabadse, impulsora de los Principios para la sostenibilidad medioambiental en América Latina, exdirectora del World Wide Fund for Nature (WWF) y exministra de Medio Ambiente de Ecuador (1998), y David Bueno, Director de la Cátedra de Neuroeducación de la Facultad de Biología en la Universidad de Barcelona y reconocido divulgador científico.
La conversación se ha iniciado con la duda planteada por el Profesor Bueno sobre si el predominio de una mirada masculina en el ámbito de la ciencia y en su aplicación política puede ser uno de los motivos de la lentitud en resolver los problemas de sostenibilidad del planeta. Sin entrar a valorar el tema, Kakabadse ha recordado el impacto que le causó la anécdota de una amiga suya, líder de un movimiento en favor de las mujeres, que en un congreso y ante la dificultad de ser escuchada por el auditorio, dio un golpe en la mesa para hacerse oír recordando que "las mujeres son el 50% de la población y las madres del otro 50%".
Kakabadse ha expuesto su convencimiento de que el conocimiento científico debe servir para tomar decisiones en el ámbito de la política, y ha recalcado que el problema con la respuesta política en la gestión de la pandemia de la covid-19 ha sido precisamente la falta de conocimiento científico sobre el tema. Según ella, es necesario diferenciar entre la ciencia pura y la ciencia aplicada porque esta última es la que nos proporciona el conocimiento necesario para tomar decisiones correctas y efectivas.
En este sentido, Bueno se ha preguntado si ante la emergencia medioambiental y social que vive el planeta, la ciencia debe servirnos para mejorar o mantener la calidad de vida. Kakabadse considera que lo que hace falta es recuperar la racionalidad en el uso de los recursos naturales y un equilibrio en la producción y consumo de bienes. La ecuatoriana ha sido taxativa al afirmar que volver a la situación de 2019, antes de la pandemia, no es una opción porque si seguimos por este camino el planeta colapsará. Bueno se ha adherido a la afirmación exponiendo que, desde el punto de vista biológico, la especie humana está pasando el umbral del crecimiento para convertirse en una plaga. El biólogo catalán ha explicado que existen estudios que afirman que el planeta Tierra tendría capacidad para acoger el doble de la población actual, pero evidentemente no con los niveles de consumo irracional actuales. Un 40% de los alimentos de consumo van a la basura, mientras 800 millones de personas pasan hambre, y esta situación de desperdicio ya no es exclusiva de América del Norte y de Europa, sino que América Latina también ha entrado en esta dinámica, según Kakabadse, añadiendo un nuevo problema a los muchos que ya tiene la región.
Como en otros debates del ciclo, los ponentes han coincidido en que faltan "intérpretes de la ciencia" que conviertan el conocimiento en información útil para la implementación de políticas públicas eficientes. También están de acuerdo en la necesidad de contar con el conocimiento de la cultura tradicional para adaptar estas políticas a las realidades concretas de cada comunidad y evitar el sesgo cultural y social de la ciencia y el desperdicio de dinero público en acciones que no tienen en cuenta el contexto.
Kakabadse ha hecho esta reflexión final: "La pandemia de la covid-19 es fruto de un planeta que está enfermo, en parte por el uso abusivo de sus recursos". A su juicio, hemos llegado a esta situación a partir de una "normalidad" que ahora muchos quieren recuperar, lo que sería un error. "Yo no quiero volver", ha dicho. Lo que hace falta es recuperar la naturaleza para que pueda recuperar su equilibrio y cambiar la relación entre el medio ambiente y el ser humano.
Una vez finalizado el debate, alguno de los asistentes ha preguntado a los ponentes sobre la necesidad de comunicar mejor el mensaje científico para hacerlo llegar de forma clara a la sociedad en general. David Bueno ha señalado que se han realizado algunos avances en este ámbito, pero ha puesto el ejemplo de la Universidad de Barcelona, donde hay 2.000 investigadores por 4 comunicadores. "La distancia sigue siendo muy grande", ha afirmado.
Siete diálogos
El ciclo Científicas por el medio ambiente ha puesto el foco en científicas latinoamericanas que destacan por su perseverancia y éxito en la defensa de algún ámbito de investigación de las ciencias naturales. Mujeres que se han convertido en un referente en su materia, que han creado escuela de trabajo o han hecho algún descubrimiento científico determinante, que han firmado en destacadas publicaciones científicas y han recibido premios internacionales.
El ciclo también ha contado con la participación de Antonieta Rojas de Arias, presidenta de la centenaria Sociedad Científica de Paraguay (SCP); Ana Sofía Varela, química mexicana que investiga la transformación de CO2 en materiales no contaminantes; Claudia Suseth-Romero, guatemalteca inventora de un método natural de descontaminación del agua; Verena Hauserman, exdirectora del Centro Científico Huinay por el estudio del fondo marino en la Patagonia chilena e investigadora asociada de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Tatiana Espinosa, ingeniera forestal peruana, ganadora del Jane Goodall Hope and Inspiration Ranger Award por su labor de protección del bosque en la Amazonía peruana; Brigitte Baptiste, creadora del concepto ecología queer, que establece una mirada distinta para describir y entender la diversidad y complejidad de las especies existentes; y los divulgadores científicos catalanes Salvador Macip, Josep Maria Gili, Antonio Cerillo, Ramón Folch, Àlex Richter-Boix y Vladimir de Semir.