Catalanes i suizos estudian conjuntamente cómo adaptar la viticultura al cambio climático

Una delegación formada por elaboradores de vino, expertos e investigadores del INCAVI viaja a Suiza para intercambiar conocimientos en R+D

Una delegación catalana formada por doce enólogos, viticultores, e investigadores del Instituto Catalán de la Viña y el Vino (INCAVI) ha visitado esta semana varios lugares de Suiza para intercambiar conocimientos y prácticas de cara a adaptar la viticultura al cambio climático. Allí se han reunido con representantes suizos de distintas regiones vitivinícolas del país y con investigadores homólogos de la Escuela de Viticultura y Enología (Changins).

El viaje, organizado por la Delegación del Gobierno de Cataluña en Suiza y el INCAVI con la colaboración de DIPLOCAT, es la vuelta del intercambio que se hizo en Cataluña en noviembre de 2023. Aquel primer encuentro puso de relieve las similitudes entre Cataluña y el Valais, la región de Suiza de donde provenía la mayoría de la delegación.

En palabras de Gabriel Boichat, delegado del Gobierno en Suiza, "la intervención de estos tres actores ha permitido construir un proyecto internacional sólido, que combina el conocimiento que tiene el INCAVI del sector, sus necesidades y los principales actores, con la experiencia internacional, el conocimiento del país receptor y la identificación de oportunidades tanto de la Delegación del Gobierno en Suiza como de DIPLOCAT".

Por su parte, Alba Balcells, directora general del INCAVI, defiende que "las misiones en el exterior permiten aprender de los mejores referentes internacionales y son un espacio imprescindible para situar el vino catalán como referente a nivel internacional, y son una aportación fundamental desde Cataluña a la vitivinicultura internacional, ya que compartimos el conocimiento y la experiencia existentes en el país."

Cambio climático y vitivinicultura

El viaje ha combinado sesiones de trabajo centradas en proyectos de investigación y visitas a bodegas emblemáticas suizas con el objetivo de trabajar sobre los retos que supone el cambio climático para la vitivinicultura. En este sentido, los dos institutos de investigación -Changins (Suiza) y el INCAVI (Cataluña)- han presentado sus respectivas líneas de trabajo.

Los debates se han centrado en los proyectos de investigación y desarrollo sobre manejo del agua y del suelo en Cataluña y en el Valais, la digitalización del trabajo en el campo, las variedades híbridas y los portainjertos resistentes a la sequía. Las presentaciones han incluido también la visita a diferentes parcelas experimentales sobre cubierta vegetal, donde el instituto de Changins y el instituto de investigación de agricultura biológica (FiBL) trabajan para estudiar distintas fórmulas de enherbamiento para conocer los efectos sobre la vid.

Asimismo, el INCAVI ha presentado sus estudios en el campo del control del estrés hídrico del viñedo, los trabajos culturales por la retención de agua de lluvia, la aplicación de la cubierta vegetal en condiciones de cultivo mediterráneo, las variedades resistentes en Cataluña y los portainjertos resistentes a la sequía. Estos temas son los que centran el Plan de Investigación 2030 de la institución catalana referente de la viña y el vino.

La delegación catalana ha visitado dos bodegas suizas situadas en la esquina del Valais para completar el conocimiento teórico con una vertiente más práctica. El primero, el Domaine Chappaz de Marie-Thérèse Chappaz, es una pequeña bodega ecológica de montaña en la que los participantes han visto las problemáticas y soluciones aplicadas en ámbitos como las variedades autóctonas, las cubiertas vegetales y los procedimientos de vinificación. Con la segunda visita, en la bodega del Domaine du Mont d'Or, se han observado diferentes parcelas experimentales sobre cubierta vegetal, donde el instituto de Changins con el FiBL trabajan para estudiar diferentes fórmulas de enherbamiento para conocer sus efectos sobre el viñedo.

Entre los puntos más interesantes para la delegación catalana destacan la red de estudio sobre cubiertas vegetales (30 parcelas en toda Suiza), las fórmulas de cubiertas sembradas y la correlación con la temperatura del suelo, la utilización de productos naturales alternativos cocer por la lucha contra el oidio y el mildiu, la viticultura de precisión, la automatización del riego y la situación actual de las variedades híbridas resistentes a enfermedades.

El principal resultado de este intercambio de conocimientos y buenas experiencias del sector vitivinícola suizo y catalán es el fortalecimiento de los diferentes actores frente al cambio climático, que es un reto de futuro mayúsculo. Gracias a la investigación científica, los elaboradores de vino han podido conocer distintas propuestas de soluciones que pueden tener un impacto directo y positivo en sus producciones. La delegación catalana ha valorado el intercambio de experiencias y conocimientos de manera muy positiva, especialmente por las diferentes oportunidades de futuras colaboraciones que se han empezado a dibujar en campos como el control del suelo y el agua y la mecanización de viñedos con fuerte pendiente.